El BURNOUT o síndrome del empleado quemado, no es sólo cosa del trabajador, es un problema de todos.
Y esto no lo digo yo, son conclusiones de varios estudios y definiciones de Burnout a lo largo de los años que se ha concretado como un desgaste profesional con causas intrínsecas y extrínsecas. Además de estar reconocido por la OMS.
Parece que se nos ha inclucado que el burnout es cosa de “débiles”, es de aquellos que no han sabido encontrar el equilibrio entre vida profesional y personal. El bienestar no entiende de horarios, si estás ansioso y estresado en tu trabajo lo llevarás a tu hogar y viceversa.
Si que hay una parte en la que cada uno es responsable de su gestión emocional y mental, y tiene que ver con rasgos de nuestra personalidad. Yo misma he pasado por varias fases entre ellas la de romperme a nivel físico y mental por intentar adaptarme al entorno y con niveles altos de autoexigencia.
Pero otra parte importante viene definida por el entorno en el que se trabaja.
Aquí comparto 3 prácticas insostenibles en los entornos de trabajo que llevan a estados de Burnout:
👉 Gran carga de trabajo continua e injustificada:
Puede parecer al principio que estamos ante un cambio o una fase de adaptación pero si conforme pasa el tiempo la carga de trabajo sigue siendo excesiva hay gran riesgo de agotamiento. Una cosa son picos de trabajo en los que hay que dar más del 100% y otra que siempre vayamos a ese ritmo. Como si tenemos un ferrari que llega a los 500 km/hora y sólo lo llevamos a esa velocidad.
Como coche o seres humanos es inaguantable.
👉 Falta de alineación de los #valores de la empresa:
Los valores de la empresa pueden estar definidos pero no se palpan en el día a día. Mucha campaña de branding, RSC, marketing etc pero si luego no se perciben en el entorno de trabajo, crean sensación de frustración y estrés.
Y aún peor cuando vemos que lo más frecuente son acciones contrarias a esos valores.
👉 Sobrecualificación sistemática de puestos de trabajo:
Cuando para un puesto de trabajo se necesitan distintos títulos o estudios que luego no son acordes con el nivel de trabajo. Y puede que además otros con los mismos o mayores beneficios que tú se encuentren algo menos cualificados tanto en formación como en soft skills o habilidades blandas. Más frustración y falta de sentido en tus tareas diarias.
Cuando nos encontramos agotados es importante en primer lugar escuchar a nuestro cuerpo ( que nos avisa y somatiza), pedir ayuda a nuestro entorno o realizar algún proceso de terapia y/o #coaching y hablar con los responsables para ver si es factible implantar alguna mejora en el entorno de trabajo, puede que no estén dándose cuenta de tu situación.
Es importante tomar acción antes de tener que tomar decisiones más drásticas como cambiar de trabajo, ya que en momentos de Burnout no es aconsejable tomar decisiones importantes ya que no estamos al 100% de nuestras capacidades cognitivas y necesitamos una perspectiva más global.
El burnout no desaparece únicamente descansando unos días.
Cuídate y descansa antes de agotarte.
Si eres un directivo o responsable de empresa y te estás interesando por el burnout, una de las claves para prevenirlo son las encuestas de clima laboral. Aquí un artículo sobre las fases del Burnout. Happyforce mide la felicidad en las empresas mediante preguntas anónimas a los empleados generando así información sobre el compromiso y otras métricas de felicidad en la empresa.
Abrazos mil