La clave para encontrar el equilibrio: el Ikigai y cómo reduce el estrés en el trabajo

En la sociedad actual, nos encontramos constantemente inmersos en un entorno laboral estresante, en una sociedad estresante. El ritmo acelerado, las largas horas de trabajo, la propia autoexigencia y las demandas de cambio constantes pueden afectar negativamente nuestro organismo y a nuestro sistema nervioso. Pero antes de entrar en materia, me gustaría diferenciar 2 estados en los que trabajamos muchas horas (sin ser picos temporales) pero con diferentes resultados para nosotros y nuestro trabajo.

1. Estado de estrés: Cuando trabajamos bajo presión, con miedo excesivo, cuando tenemos más trabajo del que es posible hacer y estamos en entornos que no se permite el error ni la condición de emocionalidad del ser humano. En este estado los resultados para nosotros y la calidad de nuestro trabajo serían negativos.
2. Estado de resiliencia: Cuando trabajamos bajo pasión, cuando estamos en curiosidad, en afrontar retos, en querer más, en vocación de servicio. Cuando hemos encontrado nuestro propósito. En este estado los resultados para nosotros y la calidad de nuestro trabajo serían positivos.

Podríamos hablar también del término Workaholic, es decir, de aquella persona adicta al trabajo. Pero en mi opinión lo voy a incluir en el primer grupo ya que podemos ser adictos por presiones internas o no querer afrontar otros problemas personales, para mi estaríamos en estrés y podemos llegar a tener consecuencias como el burnout u otras pérdidas de salud, adicciones o relaciones personales. Por lo que los resultados serían negativos tanto para mi como para la calidad del trabajo que realizo.

En la filosofía japonesa se dice que el propósito de vida o ikigai puede ayudarnos a encontrar el equilibrio y reducir el estrés en el trabajo. En este artículo, exploraremos en qué consiste el ikigai y cómo puede transformar nuestra relación con el trabajo.

¿Qué es el ikigai?

El ikigai es una palabra japonesa que se traduce como “razón de ser” o “propósito de vida”. Según mi cuaderno de notas de ahora: “Lo que te despierta cada mañana, lo que te agarra a la vida”.

Se compone de dos palabras: iki, que significa vida, y gai, que describe que tiene valor o merece la pena. Esta filosofía se centra en encontrar la combinación perfecta de pasión, misión, profesión y vocación. Cuando encontramos nuestro ikigai, experimentamos un profundo sentido de significado y plenitud en nuestras vidas.

La Logoterapia y el ikigai

Cabe destacar en este artículo, las conclusiones a las que llegó el famoso Víktor Frankl y la importancia de encontrar un sentido a la existencia. Y para mi personalmente, una manera de trabajar el estrés crónico desde el punto de vista de aquellas frustraciones del ser humano que pueden ser mitigadas por encontrar sentido a nuestras vidas de una manera más transcendental.

Tras sobrevivir a la prisión de Auschwitz, Frankl comprendió que “todo le puede ser arrebatado a una persona, excepto una cosa, la última de las libertades humanas: la elección de como se enfrenta uno a las circunstancias que le son dadas, la elección del propio camino”.

Tras hacer un estudio en la Clínica de Viena, el equipo de Frankl descubrió que más del 55% de los pacientes mostraban algún grado de vacío existencial. Hallar el ikigai o sentido de la vida, ayuda a llenar ese vacío. Para Frankl la persona que se enfrenta a sus problemas y convierte sus objetivos en acción, podrá envejecer con paz interior.

¿Cómo encontrar nuestro ikigai?

Encontrar nuestro ikigai implica reflexionar sobre nuestras pasiones, habilidades y lo que la sociedad necesita. Para quienes en Occidente están más familiarizados con el concepto, se le asocia frecuentemente con un diagrama de Venn con cuatro cualidades que se superponen: lo que amas, para lo que eres bueno, lo que necesitas y por lo que te pueden pagar. Basado en ese diagrama aquí hay algunas preguntas que pueden ayudarte a descubrir tu ikigai:

1. ¿Qué te apasiona hacer? Lo que amas.
2. ¿En qué actividades te sientes más realizado y satisfecho?. En lo que eres bueno.
3. ¿Qué habilidades tienes y cómo puedes utilizarlas para ayudar a los demás? Por lo que te puedan pagar.
4. ¿Qué problemas o necesidades de la sociedad te gustaría abordar? Lo que el mundo necesita.

Podríamos decir que contestando a estas preguntas y entendiendo estos 4 conceptos llegamos a ese match que es el Ikigai:

• Cuando encontramos lo que amamos y lo que el mundo necesita hemos encontrado nuestra pasión.
• Cuando sabemos por lo que nos pueden pagar y se necesita en el mercado: Vocación
• Cuando entendemos nuestro nicho de mercado y en lo que soy bueno hablamos de profesión.
• Y al saber en lo que soy bueno y ponerlo al servicio del mundo estamos en nuestra misión.

Responder honestamente a estas preguntas puede ayudarnos a descubrir nuestro propósito y encontrar un trabajo que nos brinde satisfacción y alegría. Si no encontramos respuestas en nosotros, podemos preguntar a nuestro entorno familiar, a nuestra pareja o amigos. ¿En qué creen que soy bueno? ¿Cuando me buscan? ¿Qué me gustaba hacer de pequeñx?

El impacto del ikigai en el estrés laboral

El ikigai no solo nos ayuda a encontrar la realización personal en el trabajo, a estar en modo resiliencia, sino que también tiene un impacto significativo en la reducción del estrés laboral y en la prevención del burnout. Y la filosofía del Ikigai no trata solo de conocerlo, sino de llevarlo a cabo, de ponerlo en acción.

Cuando hacemos lo que amamos y nos sentimos valorados en nuestro trabajo, experimentamos una mayor satisfacción y bienestar emocional. Nuestro cuerpo recibe hormonas como la dopamina y la serotonina que impacta en el cortisol, y nuestros estamos mentales se coordinan mejor. Esto puede disminuir el estrés y mejorar nuestra salud mental y física.

Consejos para incorporar el ikigai en tu vida laboral

Aquí hay algunos tips prácticos para incorporar el ikigai en tu vida laboral y reducir el estrés:

1. Reflexiona sobre tus hobbies y habilidades.
2. Identifica formas de combinar tus pasiones con las necesidades de tu trabajo actual o busca oportunidades de trabajo que alineen con tu ikigai.
3. Establece metas laborales significativas que te ayuden a avanzar hacia tu propósito.
4. Encuentra tiempo para actividades fuera del trabajo que te traigan alegría y satisfacción.
5. Cultiva relaciones positivas y de apoyo en el trabajo.

Al incorporar el ikigai en tu vida laboral y tener apoyos para enfrentar los cambios como retos y no como problemas, podrás encontrar un mayor equilibrio, tener una mayor autovaloración y reducir el estrés relacionado con el trabajo.

Conclusión

El ikigai es una poderosa filosofía que puede ayudarnos a encontrar el equilibrio y reducir el estrés en el trabajo. Al descubrir nuestro propósito y hacer lo que amamos, experimentamos una mayor satisfacción y bienestar emocional. El ikigai puede transformar nuestra relación con el trabajo y mejorar nuestra calidad de vida en general.

Pero recuerda, no se trata ahora de estresarnos buscando un trabajo que nos salvará del estrés, sino que tu ikigai es mucho más que un solo trabajo, es una combinación de todo lo mencionado, son aquellas áreas que te harán sentir más útil y de que aportas al mundo. Te invito a seguir tu búsqueda o bien seguir integrando en tu vida hobbies o momentos de satisfacción que suban tu estado de ánimo básico diario.

¡Encuentra tu ikigai y descubre la alegría y satisfacción en tu vida laboral!

Estupendo día 🙂

PD: Quiero agradecer a mi compañero Roberto Cortés de Corporea Bienestar por inspirarme a escribir este artículo.

Libros recomendados:

IKIGAI de Héctor García y Francesc Miralles

El hombre en Busca de sentido, de Viktor Frankl