Se habla mucho de equipos de alto rendimiento como si fuéramos máquinas que producen sin descanso. Pero más a allá de los resultados, los equipos se debaten entre sus personas, los resultados y cómo son sus procesos. Si nos centramos en las personas, hay un claro equilibrio entre atender las necesidades e intereses personales y los del equipo.
Las personas somos sistemas vivos y complejos que buscamos satisfacer ciertas necesidades personales, nos unimos a los grupos con la finalidad de poder satisfacer algunas de esas necesidades a la vez que en este caso hablamos de cumplir con unas funciones y tareas como es la de mi rol en el trabajo y en el equipo al que pertenezco.
Los equipos de alto rendimiento son clave para alcanzar los objetivos estratégicos de cualquier empresa, más allá del corto plazo. Sin embargo, para mantener su eficacia, es crucial cubrir las necesidades de sus miembros. En este artículo exploraremos cómo satisfacer esas necesidades utilizando un enfoque estructurado basado en el “Modelo de Efectividad Grupal” de Jose Luis “Uli” Escorihuela, que destaca tres pilares fundamentales: resultados, personas y procesos.
¿Qué es un Equipo de Alto Rendimiento?
Un equipo de alto rendimiento se caracteriza por su capacidad para alcanzar resultados excepcionales de manera constante, mientras mantiene una fuerte cohesión y comunicación. Según el Modelo de Efectividad Grupal de José Luis Escorihuela, los equipos deben no solo enfocarse en los resultados, sino también en satisfacer las necesidades de sus miembros y optimizar sus procesos, ya que podemos perder efectividad en el camino debido a las grandes diferencias que hay entre las personas, la falta de efectividad en las reuniones y otros conceptos a tener en cuenta para la supervivencia del equipo y de la organización. ¿De qué sirve cumplir objetivos este trimestre a costa de pérdida de efectividad para el siguiente?
La Importancia de Cubrir las Necesidades del Equipo
Cubrir las necesidades de los miembros del equipo impacta directamente en su productividad y en la sostenibilidad del equipo a largo plazo. Ignorar las necesidades puede generar tensión y afectar tanto los procesos como los resultados. La complejidad de las personas nos lleva a coordinar dichas necesidades e intereses que se presenten en el equipo. Para ello las habilidades de liderazgo son cruciales, aunque hoy nos vamos a centrar en las necesidades de las personas. Podemos dividirlas en
1. Necesidades de recursos materiales: Herramientas y Recursos
Estas se cubren cuando recibo una recompensa por mi contribución al equipo. Una falta de recursos es una fuente de estrés crónico y una pérdida de eficiencia, podemos señalar algunas como:
- Retribución: Salario adecuado según las expectativas del propio miembro y la realidad de su contribución.
- Tecnología actualizada: Equipos y software eficientes que faciliten el trabajo.
- Espacios de trabajo apropiados: Un entorno que promueva la concentración y la colaboración. Además de entorno libres de estresores físicos como puede ser el ruido, una mala iluminación, etc.
- Capacitación o Formación continua: Formación constante para estar al día con las tendencias y mejores prácticas.
2. Necesidades de Realización y Reconocimiento
El Modelo de Efectividad Grupal resalta la importancia de satisfacer las necesidades personales de los miembros, como el reconocimiento y el sentido de pertenencia. Algunas estrategias son:
- Reconocimiento: Valorizar y recompensar los logros de los miembros, tanto individual como colectivamente.
- Objetivos claros: Establecer metas alineadas con la visión del equipo, lo que les proporciona un sentido de propósito.
- Autonomía: Permitir a los miembros del equipo tener control sobre su trabajo y las decisiones que toman.
3. Necesidades de Pertenencia:
Los equipos de alto rendimiento dependen de una excelente comunicación y cohesión grupal. Es un espacio en el que ser uno mismo donde se puede dar y recibir algún tipo de afecto. Esto incluye:
- Promover la confianza: Un ambiente donde los miembros se sientan seguros para proponer ideas, expresar sentimientos y preocupaciones.
- Resolución constructiva de conflictos: Los conflictos son inevitables, pero deben ser abordados de manera que refuercen la cohesión del equipo. Se deben resolver para no crear una mayor tensión interna que amenace al buen funcionamiento del equipo.
4. Necesidades de Desarrollo: Crecimiento y Oportunidades
El desarrollo profesional es vital para mantener la motivación en los equipos de alto rendimiento. Algunas formas de fomentar el crecimiento incluyen:
- Oportunidades de aprendizaje continuo: Ofrecer acceso a programas y recursos que promuevan el crecimiento personal y profesional.
- Planes de carrera claros: Proveer una trayectoria profesional dentro de la empresa, para que los miembros puedan visualizar su futuro.
- Mentoría y coaching: Facilitar el desarrollo personal a través de mentores o coaches especializados.
5. Necesidades de Poder
La necesidad de poder es una de las motivaciones humanas clave, especialmente dentro de un grupo o equipo. Se refiere al deseo de influir, controlar o ejercer autoridad sobre otros o sobre la dirección de una tarea o proyecto. En equipos de alto rendimiento, la necesidad de poder puede manifestarse de varias formas, como la búsqueda de roles de liderazgo, la toma de decisiones o la dirección de estrategias.
Esta necesidad no siempre es negativa; de hecho, cuando se gestiona adecuadamente, puede ser una fuente de motivación para los individuos. Permitir que los miembros del equipo satisfagan su necesidad de poder de forma equilibrada puede mejorar la toma de decisiones, el compromiso con los objetivos y el liderazgo dentro del grupo. Sin embargo, es crucial que el equipo mantenga un sistema de gestión del poder equitativo y transparente para evitar abusos, conflictos o tensiones entre los miembros.
Cómo Evaluar las Necesidades de un Equipo de Alto Rendimiento
Para identificar las necesidades de un equipo, se recomienda:
- Reuniones regulares: Hablar abierta y regularmente sobre las necesidades individuales y grupales.
- Evaluaciones periódicas: Realizar encuestas y análisis de rendimiento.
- Retroalimentación continua: Mantener un canal de comunicación abierto y receptivo para detectar problemas o necesidades emergentes.
Para maximizar el rendimiento de un equipo, es fundamental no solo enfocarse en los resultados, sino también satisfacer las necesidades personales, emocionales y profesionales de cada miembro. Al implementar un enfoque equilibrado las empresas pueden garantizar un ambiente de trabajo más cohesionado, motivado y eficiente. Y por supuesto, con menos niveles de estrés crónico y casos de Burnout.
Estupendo día 🙂
Lidia Martínez Montoro
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