La importancia de la autoestima en el trabajo

autoestima, estrés y trabajo

En el mundo laboral actual, un mundo cada vez más exigente, la autoestima desempeña un papel crucial en cómo nos sentimos en el trabajo. Una baja autoestima puede llegar a generar estrés laboral, estrés crónico y burnout entre otros problemas de salud mental en el trabajo.  La forma en cómo nos valoramos a nosotros mismos  puede afectar la calidad de nuestro trabajo, a cómo nos enfrentamos a los retos, nuestras relaciones con compañeros/as y superiores, e incluso nuestra salud emocional. En este artículo, exploraremos la importancia de la autoestima en el ámbito laboral y cómo podemos cultivar una autoestima saludable en el entorno de trabajo.

La autoestima está en el centro de un bucle: depende de lo que cada persona hace con su vida a partir y como consecuencia de su autovaloración propia. ¿Cómo arriesgarnos a tomar algunas decisiones si no nos creemos capaces de poder llevarlas a cabo?

autoestima y trabajo
*Imagen extraída de “Autoestima, estrés y trabajo”

Una autoestima sólida tiene un impacto positivo en nuestras vidas en diversas áreas. Algunos de los beneficios de desarrollar una autoestima saludable serían:

  • Confianza en uno mismo: al reconocer nuestras capacidades, nos sentimos más seguros para enfrentar desafíos y superar obstáculos.
  • Relaciones saludables: valorarnos a nosotros mismos, establecemos límites saludables y atraemos relaciones positivas y respetuosas.
  • Resiliencia emocional: una autoestima alta nos ayuda a manejar el estrés y las dificultades de manera más efectiva, permitiéndonos recuperarnos más rápidamente.
  • Motivación y logro de metas: creer en nuestras habilidades nos impulsa a establecer y perseguir metas más allá de nuestras rutinas y lo conocido, lo cual nos lleva a mayores éxitos y satisfacción personal.

¿Qué es la autoestima?

La autoestima se refiere a cómo nos valoramos y nos percibimos a nosotros mismos.  En el contexto laboral, la autoestima se relaciona con nuestra confianza en nuestras habilidades y capacidades para realizar nuestro trabajo de manera efectiva, a la vez de sentirnos merecedores de un buen puesto de trabajo, salario y respeto por nuestra valía como profesionales.

Una autoestima saludable nos ayuda a mantener una actitud positiva hacia nosotros mismos, afrontando los desafíos laborales de manera constructiva, es decir, nos hace ser más resilientes. Tener una autoestima positiva implica tener una actitud de respeto y aceptación hacia uno mismo, así como una valoración realista de nuestras fortalezas y debilidades. En el trabajo, una autoestima saludable puede ayudarnos a enfrentar desafíos, asumir roles de liderazgo y mantener relaciones laborales positivas.

La autoestima, según Nathaniel Branden (psicoterapeuta especialista en autoestima y autor del libro más reconocido sobre ella), se basa en seis pilares fundamentales. Estos pilares son los siguientes:

  1. Aceptación de uno mismo: reconocer y aceptar nuestras virtudes y defectos sin juzgarnos de manera negativa.
  2. Autoafirmación: expresar nuestras necesidades y opiniones de manera asertiva, sin menospreciarnos ni subestimarnos.
  3. Responsabilidad personal: asumir la responsabilidad de nuestras acciones y decisiones, sin culpar a los demás.
  4. Autoconciencia: estar conscientes de nuestras emociones y pensamientos, y comprender cómo nos afectan nuestras acciones.
  5. Vivir con propósito: establecer metas claras y perseguirlas con determinación y pasión.
  6. Integridad personal: vivir de acuerdo con nuestros valores y principios, actuar con congruencia y honestidad.

La relación entre la autoestima y el estrés laboral

Cuando nuestra autoestima está baja, es más probable que nos sintamos inseguros y temerosos de enfrentar los desafíos del trabajo. Esto puede generar estrés laboral, ya que no nos sentimos capaces de lidiar con las demandas o las expectativas de nuestros superiores. A medida que el estrés aumenta, nuestra autoestima puede disminuir aún más, creando un círculo vicioso que afecta negativamente nuestra productividad, bienestar y satisfacción en el trabajo.

Esto tendría que ver con una de las áreas importantes del Burnout, la eficacia personal o la realización personal, que se ve afectada como en un bucle. Como yo digo, ¿Qué es antes, el huevo o la gallina?. Por un lado la baja autoestima, con la percepción de que no soy capaz de realizar bien mi trabajo (o incluso no me siento merecedor de él) y por otro lado como consecuencia de nuestro propio agotamiento físico, mental y emocional, la realidad de realizar un trabajo menos eficiente que antes de las consecuencias del estrés crónico.

Cultivando la resiliencia para prevenir el burnout

La resiliencia se refiere a nuestra capacidad de adaptarnos ante nuestros desafíos en el menor tiempo posible. En mi opinión es la cara contraria al estrés (Ese GAP o período de adaptación que requiere de mi de muchos recursos y energía). Es una habilidad crucial para mantener una buena salud mental y prevenir el estrés crónico y por consecuencia, evitar llevar a casos de burnout en el trabajo. Cultivar la resiliencia implica desarrollar una mentalidad realista positiva, aprender a manejar el estrés y buscar apoyo o pedir ayuda cuando sea necesario.

Aquí señalo algunas estrategias que pueden ayudarte a fortalecer tu resiliencia:

1. Autocuidado

Prioriza tu bienestar físico y emocional. Si no estás en condiciones, no hará un trabajo realmente bueno. No se trata de autoexigirnos desde el sacrificio sino de estar en óptimas condiciones para trabajar y vivir de forma ecológica. Escucha las señales de tu cuerpo y toma los descansos necesarios, duerme entre alrededor de las 8 horas recomendadas, lleva una dieta equilibrada y haz ejercicio regularmente. Si, está muy escuchado, pero… ¿Lo llevas a la realidad de tu día a día? También es importante establecer límites saludables y tomarte tiempo para relajarte y hacer actividades que te gusten, que te hagan disfrutar y mantener un estado de ánimo diario medio.

2. Mide tu autoexigencia practicando la autocompasión

A veces no somos conscientes de cómo nos hablamos a nosotros mismos y de la forma que nos exigimos. Fruto de muchas de nuestras creencias, de nuestro pasado e incluso de lo que aprendimos en nuestra infancia, es resultado de pensamientos (anclados en nuestro subconsciente) y de un diálogo interior muy dañino.

Sé amable contigo mismo, cómo lo harías con otra persona y no te castigues por los errores. Es de ser resilientes entender el error como un aprendizaje por muy adultos y profesionales que seamos, el error nos ayuda a crecer e intentar nuevas formas de hacer.

Además establece metas realistas, es decir, que puedas alcanzar (mejor si son SMART) y cuando ello pase celebra tus logros.

Recuerda todo lo que ya has logrado, eso fortalecerá tu autoconfianza.

3. Conoce tus Valores

Como especialista en CoachingxValores por Simon Dolan no puedo dejar de hablar sobre valores. Pero no solo por ello, sino porque son una gran guía y brújula para tomar decisiones en el día a día y tener una buena autoestima. Uno de los ensayos más conocidos además en su campo sobre estrés laboral recibe el nombre de “Autoestima, estrés y trabajo”.

Identificar tus valores fundamentales, reflexionar sobre cuáles son los más importantes y tomar decisiones alineadas con ellos, es una gran fuente de claridad y satisfacción personal. Es por ello que estar alineados con los valores de nuestra empresa es una gran pista de entorno en el que por lo general no vivirás en estrés crónico. Cuantas veces has oído a alguien que ha dejado su trabajo decir: “Los valores de la empresa no estaban alineados a los míos”.

Es hora de profundizar mucho más en todos esos términos para que entendamos la realidad de nuestros días y podamos hacer match entre nosotros y nuestros trabajos.

Si quieres conocer tus valores o los de tu equipo consúltame. Son sesiones gamificadas muy amenas y efectivas.

También Nathaniel Branden habla sobre ellos en su libro Los pilares de la autoestima,Según el autor, tener valores claros y vivir de acuerdo con ellos es esencial para mantener una autoestima saludable, éstos pueden influir en nuestra autoimagen y autoestima. Branden afirma que los valores actúan como una guía para nuestras decisiones y acciones, y que al vivir en coherencia con nuestros valores, nos sentimos auténticos y satisfechos con nosotros mismos.

4. Desarrolla habilidades de afrontamiento o recursos

En general cualquier momento de crisis o incluso de estrés, es una falta de recursos en ese momento. No estamos teniendo los recursos necesarios para afrontar esa situación y por lo tanto entramos en un período de adaptación en el que comenzamos a buscar esas herramientas o recursos que necesitamos.

Podemos hablar de que tenemos una caja de herramientas con todas aquellas que nos han servido hasta ahora. ¿Cuáles necesitas incorporar?

Por ejemplo existen técnicas de manejo del estrés, como la respiración profunda, la meditación o el yoga. Estas herramientas te permitirán bajar la intensidad de las situaciones estresantes de manera más efectiva y mantener la calma en momentos difíciles. sobre todo en momentos de mucha carga de trabajo o de intensidad emocional. Si lo que nos estresa son constantes en nuestra vida, hablamos de estrés crónico, también debemos incorporar un trabajo de aprendizaje y autoconocimiento que nos ayude con nuestros pensamientos y creencias.

5. Busca apoyo

Pedir ayuda es de valientes. Una persona que quiera encontrar soluciones efectivas no tiene miedo de pedir ayuda, de buscar a personas que van a facilitarle el camino y acortar ese tiempo de periodo de adaptación. Habla con tus compañeros de trabajo, amigos o familiares sobre las dificultades que estás enfrentando, e incluso pregunta a un profesional si crees que lo necesitas. El apoyo social es fundamental para fortalecer la resiliencia y superar los desafíos laborales.

Conclusión

Nuestra autoestima juega un papel crucial en nuestro bienestar laboral. Una autoestima saludable nos ayuda a enfrentar los desafíos del trabajo de manera constructiva, mientras que una baja autoestima puede generar estrés crónico en el trabajo y contribuir al burnout. Cultivar la resiliencia a través del autoconocimiento, el autocuidado, el desarrollo de habilidades de afrontamiento y la búsqueda de apoyo puede ayudarnos a mantener nuestra autoestima y prevenir el burnout.

Gracias por leerme y estupendo día.

Bibliografía / Libros recomendados:

Autoestima, estrés y trabajo de Simon Dolan, Miriam Dolan y Salvador García (entre otros) (Está la primera edición y la versión digital, actualmente no se está editando de nuevo)

Los secretos de la resiliencia de Simon Dolan

Los Seis Pilares de la Autoestima de Nathaniel Branden